Se dice que la isla de Ko Tao tiene las aguas más cristalinas del golfo de Tailandia. Y que el turquesa del mar contrasta con el blanco de las playas y el verde oscuro de la jungla. Por algo se convirtió en uno de los destinos más importantes del sudeste asiático y favorito de mochileros y buzos.
Es la isla más pequeña del archipiélago, está ubicada a cuarenta y cinco kilómetros de Ko Pha-Nga y permaneció oculta en mitad del Índico durante años de turismo, hasta que hace una década un grupo de mochileros la convirtió en objeto de culto. Desde entonces, la isla no ha dejado de recibir a viajeros: sus costas se poblaron de bares, restaurantes y hoteles pequeños. Sin embargo, y a pesar del turismo, la isla ha conservado su encanto y tiempo.
Atractivos: buceo y meditación
El buceo deportivo y el snorkel son uno de los principales atractivos de Ko Tao, por su gran variedad de arrecifes de coral y porque la visibilidad bajo el agua puede alcanzar hasta los 20 metros de profundidad.
Los visitantes pueden encontrar centros de buceo en los llamados bungalows, unos pequeños alojamientos ocultos entre la vegetación con música chill out, donde los profesores preparan a los turistas en menos de cuatro días para inmersiones de fácil acceso.
Para buzos con más experiencia, los fondos de Chumphon Pinnacle, situados a once kilómetros de la costa, son recomendados debido a su profundidad y por los habituales avistamientos a tiburones ballena y rayas. Para ellos también son atractivas las cuevas de Red Rock, unas galerías cortas excavadas en la roca donde pueden bucear desafiando las corrientes.
Por otra parte, y alejados del ruido, en la superficie abundan centros budistas y retiros espirituales donde el silencio y la tranquilidad es un estado de ánimo constante. Así es Ko Tao.
¿Cómo llegar? Una de las maneras de llegar a la isla es vía el ferry desde Surat Thani o desde Ko Samui.
Temporada ideal: Entre febrero y marzo. Son los meses más calurosos y las lluvias son escasas.