Aunque se supone que las instituciones financieras actúan de buena fe, es conveniente que seas precavido y evites los errores que se mencionan a continuación y que te pueden salir caros a la hora de firmar tu Crédito Hipotecario.
Firmar sin leer
Es lo más grave que puedes hacer, pues existe la posibilidad de que se haya colado un error mecanográfico que pase desapercibido a la otra parte.
No pedir un borrador
Es importante contar previamente con el borrador del documento definitivo, porque te permite constatar que la llamada letra pequeña es la estándar (si la comparas con otros documentos de familiares o amigos con créditos hipotecarios) y te sirve para demostrar -si decides no firmar- que lo haces porque el documento final no se adapta a las condiciones acordadas.
No pedir otras ofertas
Si desde el inicio te “casaste” con un banco, no tendrás posibilidades de saber si te están endosando las condiciones más severas, o las más altas tasas créditos hipotecarios.
No calcular los gastos
Si no averiguaste en detalle qué otros gastos deberías pagar al momento de firmar, puedes verte en la situación de que no contar con el efectivo necesario en ese instante; aplazar la firma por ese motivo puede representar gastos adicionales.
No revisar titularidad y cargas
Aunque los bancos y mutuarias suelen constatarlas con cuidado, pues de ello dependerá la validez o preeminencia de su garantía, no está de más que tú también lo hagas, para evitar sorpresas.
No saber el monto de los seguros
Aunque hayas acordado tomarlos (recuerda que el de incendio y el de gravamen son obligatorios), también es conveniente que con anterioridad a la firma sepas cuáles serán sus montos exactos.
Firmar pese a todo
Por último, si luego de leer el documento no estás conforme (especialmente si hay cambios en la tasa o en la fórmula de calcularla, en el monto del dividendo o en el plazo), no deberías firmar aunque el funcionario del banco se comprometa de palabra a realizar las correcciones posteriores.
En conclusión, se trata sencillamente de estar totalmente seguro y cómodo con las condiciones que se establezcan en el contrato definitivo, para que no te arrepientas en el futuro de haber contraído la hipoteca. No deberías dejarte presionar en caso de que no estar de acuerdo con firmarla.