Al momento de decidir adquirir algún bien, automáticamente aparece en nuestra mente la forma en que lo vamos a comprar, ya que no siempre se cuenta con el dinero disponible al efectuar la transacción.
Para facilitar la compra de bienes, las alternativas que más se utilizan son la obtención de un crédito de consumo o la financiación mediante tarjeta de crédito. Para optar por una forma de pago se deben conocer los pros y los contras de cada una.
Por empezar, un crédito de consumo lo otorga una institución financiera, como un banco o una empresa que se dedica al otorgamiento de créditos, más conocida como prestamista. Se puede obtener el monto que desees, siempre que puedas justificarlo con tus ingresos, permitiendo de esta manera tener la garantía de que devolverás el crédito más los respectivos intereses, que dependerán de cada institución en particular. Tus ingresos también permitirán determinar la cuota mensual que pagarás por el otorgamiento de dicho crédito.
Las tarjetas de crédito tienen de similar con el crédito de consumo que se utilizan para la compra de bienes, pero para poder acceder a la misma se debe solicitar a una institución bancaria, o que se dedique a otorgar dichas tarjetas, presentando en todos los casos la documentación que soliciten, como documento de identidad y recibos de ingresos de varios meses que comprueben que podrás pagar los gastos efectuados con dicha tarjeta.
Una vez otorgada la tarjeta de crédito, solo hace falta elegir el bien, presentar la tarjeta en el local comercial y escoger la cantidad de cuotas en que deseas efectuar la compra, incluso cada tarjeta tiene planes de financiación que permiten comprar en pocas cuotas sin pagar intereses o pagando un interés menor.
Cada mes, la empresa de la tarjeta de crédito te mandará un resumen con la cantidad que debes abonar, que dependerá de los gastos efectuados y los planes de pago realizados, teniendo como opción pagar un mínimo mucho menor a las compras realizadas, la cual nunca se recomienda pagar porque no disminuye la deuda original.
Las dos formas de compra tienen sus pros y sus contras: el crédito de consumo se recomienda si tienes que comprar un solo bien de un monto alto, como un automóvil, mientras que la tarjeta de crédito está recomendada para gastos menores, incluso para realizar las compras durante un viaje fuera del país, permitiendo de esta manera no llevar demasiado dinero en efectivo.
La mejor forma de realizar una compra a crédito inteligente es simular un crédito de consumo y escoger el más conveniente. En Compara podrás simularlo gratis y elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.