El constructor de automóviles japonés Toyota aceptó pagar una multa récord de 16,3 millones de dólares impuesta por las autoridades estadounidenses por no informar a tiempo sobre los problemas en el acelerador de varios de sus modelos.
El secretario de Transporte estadounidense, Ray LaHood, manifestó a través de un comunicado su satisfacción porque “Toyota aceptó su responsabilidad por ignorar sus obligaciones legales de informar puntualmente sobre cualquier defecto”.
Anteriormente, el Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció que buscaba “la máxima pena civil de 16,375 millones de dólares contra Toyota”, luego de que fallara en reportar los defectos sobre seguridad a tiempo.
Toyota no informó “sobre los problemas en los aceleradores de los autos hasta por lo menos cuatro meses después de detectado el problema, pese a conocer el riesgo potencial a los consumidores”, dijo la administración nacional de carreteras, NHTSA (por su sigla en inglés).
Toyota retiró del mercado unos 2,3 millones de automóviles en Estados Unidos debido al problema en el acelerador.
En todo el mundo esa cifra crece a más de 8 millones por defectos diversos, entre ellos el acelerador, que permanecía “pegado” y hacía que los autos aumentaran su velocidad en forma descontrolada.