El cansancio es uno de los grandes responsables de ocasionar un accidente. Según los expertos, después de pasar cuatro horas manejando, un conductor se demora el doble en reaccionar ante un imprevisto en la carretera. O sea, si el tiempo en accionar el freno es de un segundo, una persona fatigada tarda dos, una demora que a una velocidad de 120 kilómetros es muchísima.
En Chile, si bien el agotamiento representa el 3% de las causas de muertes en siniestros de tránsito, entre el 2007 y el 2008 el número de personas fallecidas por fatiga fue de 285. Y sólo en 2008 murieron 162 personas en accidentes ocurridos debido al cansancio.
Las recomendaciones son –obviamente– dormir tranquilo y descansar antes de manejar, pero también hacer paradas cada dos horas, estirar los músculos y ayudar a la circulación sanguínea. Si el sueño es molesto, las paradas no pueden durar menos de 15 minutos, y puedes tomar algo fresco o comer algo dulce que ayude a energizar el cuerpo. También es recomendable viajar de día, con luz, y evitar tomar remedios antihistamínicos que generan somnolencia.
Trastornos del sueño
Hay quienes están más propensos a sufrir accidentes de tránsito a causa de la fatiga y el cansancio: todas aquellas personas que sufren algún trastorno del sueño. Según el artículo “Accidentes Automovilísticos” de la doctora de la Universidad Católica y Coordinadora Centro Médico del Sueño, Julia Santin Martínez, “la tasa de accidentes de tránsito en hipersomnes es varias veces mayor que en la población general, y los accidentes de tránsito secundarios a hipersomnia tienen el doble de mortalidad comparados con otros accidentes”.
Además asegura que “existe abundante información que demuestra el mayor riesgo de accidentes de tránsito en individuos hipersomnes, pero desgraciadamente este factor no está incluido entre las medidas educativas y preventivas de seguridad de tránsito”.
La Asociación Chilena de Seguridad (AChS), por su parte, hizo un llamado a las autoridades a tener precaución a la hora de otorgar las licencias para conducir a quienes padecen trastornos del sueño. Sólo en nuestro país, casi el 10% de la población que no tiene sobrepeso, sufre esta enfermedad.
Para aquellos que sufren algún trastorno de este tipo, la recomendación es viajar acompañado por un copiloto que esté atento al camino y no duerma en las horas de viaje. Un compañero que haga ameno el trayecto y lo mantenga despierto.