Las cifras son alarmantes: alrededor de un tercio de los conductores sufren de amaxofobia, y lo peor de todo es que hay gente que ni siquiera se anima a decirlo por miedo al ridículo.
Pero, ¿qué es la amaxofobia?
No es nada más ni nada menos que el miedo a conducir. Se presenta cuando alguien siente que el tráfico es una amenaza y que está imposibilitado para afrontar semejante reto. En general, se manifiesta con taquicardia, ansiedad, sudoración, temblores, malestar estomacal, dolor muscular y vértigo.
Si bien es una condición que puede hacer que la persona deje de conducir con tal de no volver a experimentarla, es algo que tiene solución y se puede resolver con determinación y confianza. Estos son los mejores consejos si sufres de amaxofobia.
1-Identifica el problema
El primer paso es saber lo que te está pasando. Como bien sabes, con algo de trabajo podrás solucionar tu situación, por lo tanto, el punto de partida es mentalizarte y pensar en positivo.
2-No dejes de conducir
Un gran error es dejar de manejar, porque eso significa que la amaxofobia te ganó y que dejaste de disfrutar muchas cosas en la vida a causa de no poder conducir. Busca la manera de sentirte más cómodo al volante. Te puede ayudar conducir acompañado, escuchar música tranquila y dar vueltas a la manzana de tu casa hasta lograr mayor confianza.
3-Tomar clases en una academia de conducción
Los cursos de manejo son una buena herramienta para afrontar tu miedo de la mano de un experto, quién te guiará y te ayudará a recobrar la confianza al volante.
4-Acudir a un especialista
La ayuda psicológica en esta área da siempre buenos resultados. Aunque existen varios tipos de tratamientos para la amaxofobia, todos se centran en lo importante: modificar la conducta que te impide enfrentarte de manera sana al tráfico.
Recuerda, el miedo a conducir es normal y se puede revertir, solo hace falta volver a tener confianza. Si conduces con precaución, respetas las normas y llevas siempre tu seguro de auto, nada malo podrá pasarte.