Casi todos los fumadores están conscientes de las consecuencias negativas para la salud que implica el tabaquismo, sin embargo, pocos reconocen los peligros que conlleva fumar mientras se conduce. Más allá de los riesgos inherentes a los peligrosos componentes que viajan en el humo y que afectan tanto a fumadores como a sus acompañantes, existen otros que ponen en riesgo la vida de todos.
1. Disminución de la concentración y reflejos
La ley de Tránsito Chilena sanciona severamente a quienes fuman en un vehículo. Esto ocurre no solo porque se busca reducir las tasas de mortalidad por enfermedades relacionadas al tabaco, sino porque el hecho de buscar un cigarrillo y encenderlo resta concentración y eso basta para producir un accidente. Asimismo, cuando fumas debes maniobrar el volante con una sola mano, las brasas pueden volar dentro del auto y una pequeña quemadura puede distraerte.
No es un secreto que en países como Gran Bretaña las compañías de Seguro de Auto han reducido la prima de seguros hasta en un 10% a los no fumadores, pues estos tienen menos probabilidades de sufrir accidentes automovilísticos; no solo por el factor de la distracción, sino porque los componentes del cigarrillo disminuyen la capacidad de reacción y la atención.
2. Riesgo de incendio
El fumar mientras conduces aumenta en un 50% la probabilidad de que tu auto se incendie. Recuerda que el motor que impulsa tu vehículo es de combustión interna y utiliza gasolina, un líquido altamente inflamable. Una pequeña brasa de tu cigarrillo que se escape por la ventanilla abierta y que se introduzca en tu auto por el viento es suficiente para iniciar un incendio.
3. Dificulta la visión y ensucia tu auto
Al encender un cigarrillo se produce humo que puede afectar de forma negativa la visibilidad del camino. No basta con bajar la ventanilla, las partículas más pequeñas del humo son invisibles y permanecen en los espacios por largo tiempo.
El auto es un espacio cerrado, por lo que se concentra el alquitrán, se adhiere a todas las superficies e impregna el auto de un olor fuerte. Las compañías de Seguro Automotriz son conscientes de esto y el ser fumador puede ser un motivo para establecer una prima elevada.