El mundo desarrollado siempre nos gana por paliza. Y este dato no es menor: las muertes por accidentes de tránsito se valoran tres veces menos en Chile que en el extranjero. Es decir, si en países como Estados Unidos, Suecia o Reino Unido se estima que una persona fallecida a causa de un accidente vial corresponde a una cifra cercana a los US$ 343 mil, el Ministerio de Planificacion y Cooperacion (Mideplan), la valoriza sólo en US$ 100 mil ($61 millones).
¿Por qué? Simple: cambia la forma de medirlas. El costo de una vida en el extranjero se calcula dependiendo de cuánto estaría dispuesto a pagar una persona por evitar riesgos en las carreteras. O sea, si un conductor prefiere viajar en una ruta más segura -con menos accidentes-, pero con un peaje más caro, aquel conductor estará pagando por mayor seguridad vial.
Por esto, y después de varias encuestas internacionales, los estudios en el extranjero revelaron que el costo de una vida que muere en un accidente vial es de US$ 343 mil.
En Chile, el Mideplan calcula el valor de la misma vida en base al concepto de capital humano, vale decir, cuánto deja de aportar una persona promedio a la productividad de la economía, por lo que no contempla la pérdida de bienestar del individuo. Por esto es que una vida “cuesta” actualmente unos US$ 100 mil.
Otras diferencias
También hay discrepancias con la forma de medir la cantidad de fallecidos en accidentes viales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una persona muere a causa de un accidente de tránsito si fallece hasta 30 días después de ocurrido el siniestro.
En nuestro país, en tanto, las cifras oficiales entregadas por Carabineros, estiman que las muertes por accidente viales son tales si éstas suceden 24 horas después de ocurrido el siniestro. El último año del que se tiene registros basados en la norma de la OMS fue en 2005, donde el Ministerio de Salud calculó 2.141 muertes. En cambio, las cifras de Carabineros del mismo año sólo indican 1.626 fallecidos, una notable diferencia del 25% menos.
De todas formas, el consejo es preferir siempre las carreteras más seguras, aunque sean más caras, nunca sobrepasar el límite de velocidad, estar consciente del uso del cinturón de seguridad y las sillas de niños, y contratar un seguro automotriz acorde a sus necesidades y a las de su familia. Lo mejor es ser precavido; manejar con prudencia, elegir la mejor ruta y viajar en un auto asegurado.