Si Dubai presume de tener el único hotel de siete estrellas del mundo, Suiza se jacta de haber inaugurado el único hotel del mundo con cero estrellas.
Se llama Null Stern (cero estrella) y se alberga en un antiguo búnker nuclear subterráneo construido en la localidad suiza de Sevele. Tiene un poco más de dos años de vida y se trata del máximo exponente de la austeridad y el concepto “minimalista”.
No ofrece televisión, ni restaurante, ni prácticamente nada más que una cama y una mesa de noche. Sin embargo es una gran posibilidad para los viajeros que buscan ahorrar, ya que la noche cuesta entre 6 y 10 euros.
Obviamente no existe privacidad alguna (se trata de un bunker, tampoco la habría en caso de un ataque nuclear), por lo que los viajeros reciben al llegar un par de tapones para los oídos por si el compañero de habitación decide roncar. Tampoco existen los baños privados y el menú de comidas sólo contiene nombres de restaurantes con sus correspondientes teléfonos. ¿Desayuno? sí, muy austero servido en vasos desechables.
Proyecto artístico
Además de un negocio de hostelería para turistas con bajo presupuesto, el hotel es también el proyecto artístico de los hermanos gemelos Frank y Patrik Riklin. Ofrece los servicios de una web-cam que proyecta imágenes en directo del exterior que son proyectadas en grandes pantallas en las paredes de la instalación
Además, el hotel presenta actividades culturales y campamentos de esquí. Y si fuera necesario, su función de búnker nuclear subterráneo se reestablecería en caso de emergencia en menos de 24 horas como establece la ley suiza.
Este concepto de turismo 0 estrellas ha tomado fuerza en otros lugares del mundo como Estados Unidos, Alemania y Francia, donde también se rigen bajo los lemas: “Por favor limpie su habitación” o “Autoservicio de habitaciones 24 horas”.