¿Qué tipo de calefacción elegir para este invierno?

Aunque formalmente el invierno no ha llegado, es cosa de salir a la calle para darse cuenta que las temperaturas (especialmente en la tarde – noche) ya no son las mismas de hace un mes. Oficialmente y como decían los viejos: se puso helado.

En este momento es donde empezamos a buscar alternativas de calefacción, priorizando siempre las que más calor le den a nuestro hogar, con la mayor seguridad y al menor precio.

En Compara queremos que hagas una compra inteligente de tu sistema de calefacción, y para eso, lo más importante es conocer las opciones que existen en el mercado, con sus pros y contras.

1.- Agua o Aceite caliente

Tipos: Calderas a base de agua. Calefactores oleoeléctricos.

¿Cómo funciona?

El agua caliente recorre un circuito interno y cerrado de cañerías a través de paredes, piso o losa, hasta llegar a una caldera que tempera las distintas habitaciones que recorre. Se instalan normalmente al momento de la construcción y en varios edificios de deptos. Está incluida al momento de la compra o arriendo.

Ventajas:

– Cómodo de operar

– Energía limpia y segura para niños pequeños y mascotas

– Produce calor de manera uniforme en toda la casa

Desventajas:

– Su alto costo de instalación y de consumo mensual (se necesita mucha electricidad para calentar el agua o aceite con el que opera la caldera)

– Difícil y caro de reparar en caso de fuga (los ductos van dentro del hormigón de las paredes)

– Requiere mantención mensual para evitar desperfectos o desgaste de filtros.

2.- Calentador a Parafina

Tipos: Quemador de parafina tradicional, Estufas Toyotomi, Láser.

¿Cómo funcionan?

Transmiten calor por radiación. La parafina se quema y el calor se expande a través de una pantalla reflectora.

Ventajas:

– Económicas y fáciles de usar

– Alta disponibilidad en el mercado a diferentes precios, tamaños y formatos

– Alto rendimiento. Con poca parafina se puede encender por varios días.

Desventajas:

– Es necesario rellenar constantemente de parafina

– Las fugas o desperfectos son especialmente peligrosos pues la parafina es tóxica

–  El calor que producen es sofocante. Se recomienda usarlas sólo en piezas con ventilación y espacios grandes.

3.- Estufas a Gas

Tipos: Llama abierta, infrarrojas, tiro balanceado

¿Cómo funcionan?

Producto de la combustión producida en el quemador, el aire se calienta y asciende, desplazando el aire frío hacia abajo, el cual es absorbido por la estufa, iniciando así una circulación de aire que produce bajos niveles de CO2.

Ventajas:

– Económicas en relación al costo/beneficio (cantidad y horas de calor que producen)

– No presenta riesgos para la salud con equipos en buen estado

– Tiene un alto rango de cobertura en m2 en relación a las estufas a parafina y eléctricas.

Desventajas:

– Pueden secar o sofocar el ambiente rápidamente

–  A pesar de ser poco contaminante, deben ser usadas en lapsos cortos de tiempo, pues la acumulación de gas en el ambiente si puede traer molestias, mareos o malestar.

4.- Estufas eléctricas

Tipos: Halógenas, fibra de carbono, termoventiladores

¿Cómo funcionan?

Calefaccionan por medio de radiación (halógenas y cuarzo) o por la generación de calor en un motor eléctrico interno que luego es esparcido al ambiente (termoventiladores y fibra de carbono)

Ventajas:

– Calientan hasta 3 veces más que el resto de las estufas

– Suministro permanente e inmediato de calor. Sólo hace falta enchufarlas.

– Energía limpia y sana. Ideales para espacios infantiles y/o pequeños como dormitorios, cocinas, etc.

Desventajas:

– Su alto consumo. La cuenta de electricidad se puede duplicar en los meses de invierno por usar estos calefactores.

–  Pueden provocar bajas de potencia eléctrica en el resto de la casa

– No tienen buena cobertura de m2. En espacios grandes consumen mucha energía y proporcionan calor insuficiente.

Precauciones para tener en cuenta

1.- Si tienes bebés: Prefiere calefacción que caliente a mediana intensidad y a baja velocidad. Las estufas eléctricas pequeñas son ideales para ambientar piezas de bebé, baños, etc.

2.- Con niños pequeños: Evita las estufas con quemadores expuestos, como eléctricas halógenas o parafina. Uno de los accidentes más comunes son las quemaduras por contacto con estufas.

3.- Para familias o espacios pequeños: Busca calefactores portátiles y pequeños. Evita estufas a combustible (parafina o gas) pues consumen el oxígeno de los espacios, sofocando rápidamente lugares estrechos.

4.- Por estética y comodidad: La mejor alternativa son los calefaccionadores adosados a las paredes. Entregan calor uniforme y no estorban en pasillos o puertas.

A la hora de comprar calefacción: ¿Qué debes preguntar?

Como con todos los productos que compras, mientras más informado o informada estés, más acertada será tu decisión. Cuando se trate de obtener calefacción para este invierno, no olvides resolver las siguientes dudas:

¿Qué calor produce, húmedo o seco?

¿Cuántos m2 calienta?

¿Cuánto gasta al mes y en cuánto tiempo de funcionamiento al día?

¿Cuánto cuesta la mantención del equipo?

¿Qué contraindicaciones de uso tiene?

¿Cuánto cuesta la instalación?