Comprar una vivienda financiada con un crédito es una de las decisiones más importantes en tu vida, pues influirá en tu futuro. Por ello es necesario que evites cometer los errores más comunes en estos casos, que se ejemplifican en este artículo.
1- “Casarte” con tu banco. Tal vez sea la mayor pifia de todas. En efecto, por más que poseas una buena relación de varios años con un banco en particular, y allí tengas tus cuentas e incluso hayas obtenido alguno que otro préstamo, es fundamental que solicites varias ofertas a otras instituciones financieras. La competencia entre ellas para captarte hará que te presenten mejores condiciones que las estándares.
2- Fijarse sólo en una de las condiciones del préstamo. Hay quienes escogen un crédito en particular sólo porque ofrece la menor tasa de interés, o porque el importe es el mayor de todas las ofertas. Esto es un error. Hay que valorar todas las condiciones: además de las mencionadas, están el plazo de pago, la posibilidad de extenderlo o acortarlo, productos adicionales que deben contratarse, etcétera.
3- Dejarlo todo para última hora. Cumplir con los requisitos para credito hipotecario, es decir, recabar toda la documentación e información que te exigen los bancos, puede tomar tiempo. Si tienes que concretar la compra en un plazo corto y no has adelantado estas tareas, aquellos pueden aprovecharse de esta situación, ofreciendo concederte el préstamo en forma urgente pero exigiéndote condiciones más costosas que si lo hubieses hecho con antelación.
4- Pecar de exceso de confianza. A menos que corrobores con el banco los requisitos para crédito hipotecario como el porcentaje mínimo de la cuota hipotecaria en relación con los ingresos, los documentos exigidos para aprobarlo y si apareces o no -aunque sea por error- en los registros de morosos, puedes llevarte una gran sorpresa: que no te concedan el crédito y que, en consecuencia, no puedas adquirir la vivienda.
5- No calcular todos los desembolsos. Aunque parezca increíble, muchas veces las compra-ventas de viviendas no se concretan porque el comprador no ha previsto todos los gastos, además del precio, involucrados en este tipo de transacción. Asesórate con el banco y con algún experto inmobiliario para evitar disgustos.