Según estudios de Automóvil Club de Chile, no más del 48% de los conductores usa cinturón de seguridad. Es más, del resto de los pasajeros, sólo el 30% de los acompañantes lo utiliza y, lo que es peor, sólo el 2% de las personas que viajan en el asiento trasero lo usa.
Las razones para no utilizarlo son muchas. Desde un “no me gusta porque me aprieta y se me arruga la ropa”, hasta frases como “si choco y se enciende el vehículo voy a quedar atrapado”. Si usted es uno de ellos, recapacite: está comprobado que el cinturón salva vidas, ya que sin él, sus probabilidades de resultar muerto son 25 veces mayores.
¿Qué hace el cinturón de seguridad?
Su seguro se acciona cuando una fuerza es aplicada de forma repentina, por lo que traba y evita que nos estrellemos contra el volante o parabrisas, o peor, salgamos despedidos fuera del vehículo. Y en caso de volcadura, ayuda a no chocar contra los elementos que conforman el vehículo.
Por otra parte, al usar el cinturón de seguridad usted permanece en una posición adecuada detrás del volante y cerca del pedal del freno, si su vehículo se sale de control, puede recobrarlo. Sin el cinturón probablemente no pueda ni siquiera permanecer en el asiento.