Doce dólares y medio o seis mil 250 pesos. Eso es lo que, en promedio, desembolsa una persona que se estaciona un día entero en los barrios de negocios de Santiago. Así lo plantea un estudio de la consultora Colliers International, que analizó 147 ciudades del mundo. El monto es superior al de Beijing ($3.640) o Seúl ($6.000), pero está lejos de los precios de las urbes más caras del mundo, como Oslo, Tokio o Londres, que superan los $26 mil.
“Hay ciudades que están muy consolidadas y no tienen para dónde seguir creciendo. En ellas, los estacionamientos se valorizan más”, dice Jaime Araya, gerente general de Colliers Chile. En América Latina, Santiago se ubica en el promedio: es más cara que Buenos Aires o Bogotá, pero más barata que Lima o Río de Janeiro. Pero Araya cree que eso podría cambiar si se siguen levantando edificios de oficinas y centros comerciales que sólo satisfagan la demanda interna de aparcaderos y no consideren la población flotante que atraen.
“Sin la existencia de nuevas alternativas de estacionamientos, eventualmente los existentes debiesen ir valorizándose cada vez más”, asegura. Eso, siempre que no haya mejoras en el transporte público que desincentiven el uso del automóvil.
Es lo que ha empezado a ocurrir en sectores como El Bosque-El Golf, donde entre 2007 y 2010 el costo de arrendar un estacionamiento por un mes creció 10%, acercándose a los valores de Santiago Centro.
Pero no sólo el precio preocupa a los usuarios. La seguridad y estrechez de accesos y espacios para estacionar son objeto frecuente de críticas. De hecho, sólo entre enero y abril se presentaron 300 reclamos ante el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) referidos a estacionamientos. El 69% es por problemas de seguridad, como robos o daños.
“Los carteles en los que la empresa dice no hacerse responsable de daños y robos no tienen valor. Los consumidores tienen derechos, sea un servicio pagado o gratuito”, dice Juan Antonio Peribonio, director del Sernac. Plantea que estos derechos no sólo son válidos para los automovilistas, sino también para los ciclistas.