Si pones en práctica los siguientes consejos, podrás ahorrar una gran cantidad de bencina y de paso cuidarás tu vehículo:
– Cargar el combustible adecuado: Es decir, el que corresponda al octanaje que recomienda el fabricante de tu auto.
– Mantener el auto afinado: Con limpieza del carburador en los vehículos antiguos y de inyectores en los más modernos.
– Revisar la presión y el estado de los neumáticos: Ya que al perder aire el auto se pone pesado y, por lo tanto, gasta más.
– Acelerar en forma regular y constante: Manteniendo, en lo posible, una velocidad promedio en la que, en ciudad, el marcador indique entre mil 500 y 2 mil revoluciones por minuto y en carretera entre 2 mil y 2 mil 800 revoluciones por minuto (dependiendo de las velocidades máximas permitidas).
– No abusar del aire acondicionado, ya que éste aumenta el gasto en un 25%.
– No frenar ni acelerar de manera brusca.
– Evitar el uso de portaequipajes, ya que éste hace que el auto se frene por el exceso de peso y consuma más combustible.