Al manejar tu vehículo, puedes experimentar ciertos efectos oculares que influyen directamente en la conducción y en tu manera de reaccionar.
1-La capacidad visual
La capacidad para ver se reduce significativamente a la noche, y esto es totalmente natural. Pero lo que suele suceder es que debido al encandilamiento, esa capacidad se reduzca todavía más. Las luces de un auto que viene de frente, salir de un túnel, o conducir con el sol de frente durante el día, son factores que reducen la suficiencia para ver, por lo tanto pueden causar un accidente cuando una persona o auto se aparece de golpe en estas circunstancias.
2-La percepción selectiva
Cuando se conduce, se percibe primero aquello que se espera encontrar, por lo tanto, no siempre se ve lo que es más importante. Esto quiere decir que lo que no se espera encontrar tarda más en descubrirse. Sucede muy a menudo cuando se va de prisa, en donde solo se presta atención a lo “esperable” y se olvida que cualquier cosa puede pasar, como por ejemplo, que un pequeño animal cruce la carretera. La selección de las percepciones dependen de las necesidades, expectativas y vivencias de cada persona, por lo que no son iguales en cada uno.
3-La localización
La localización de objetos varía de un conductor con experiencia a otro novato. Los más avezados utilizan la visión periférica para detectar sucesos y luego enviar allí la visión directa, la cual identifica mejor el problema. En cambio, a los conductores que recién empiezan les cuesta utilizar la visión periférica y sólo se basan en lo que ven cerca del vehículo.
Estos tres factores intervienen en la forma de conducción, por lo tanto, la afectan en diferentes grados. En general, los que hace más tiempo que conducen, pueden controlar mejor estos fenómenos que quienes no son tan seguros para manejar.
Lo importante es que no pierdas el control y no apartes la vista de la ruta. La concentración al conducir, el respeto por las señales de tránsito y un seguro de auto completo son las claves para estar tranquilo en la carretera, alejado de los problemas.